Es probable que pienses que las posibilidades de ser víctima de un incendio son reducidas. No obstante, debes tener en cuenta que cuando se produce un incendio en el interior de un edificio, puedes quedar expuesto o expuesta a situaciones altamente peligrosas por lo que conocer medidas preventivas y acciones que puedes llevar a cabo para mantenerte a salvo es fundamental. Conocerlas puede marcar la diferencia entre sufrir algún tipo de daño o no. A continuación, compartimos contigo un pequeño protocolo de actuación que te será de gran utilidad en este tipo de situaciones, aunque sin duda, una de las recomendaciones más importantes es integrar sistemas contra incendios de Firepiping, uno de los referentes más reconocidos del sector.
Ante todo, debes saber que si se inicia un incendio, tu principal prioridad deberá salir abandonar el interior de las instalaciones y colaborar en la medida de tus posibilidades para que otras personas también logren abandonarlas. Debes tener en cuenta que un incendio se trata de una situación de emergencia, por lo que, otras prioridades más secundarias o superfluas (como por ejemplo, sacar tus objetos personales del interior), deben no deben sopesarse. Cuando se trata de un incendio, la gestión del tiempo se convierte en algo crucial. Si quieres descubrir cómo podrías mantenerte a salvo durante este tipo de incidentes para incrementar tus posibilidades de supervivencia, presta atención.
Llama al servicio de emergencias: 112
Contenidos
- 1 Llama al servicio de emergencias: 112
- 2 Reacciona tan rápido como detectes cualquier indicio de incendio
- 3 Abandona el interior por cualquier salida y con la máxima precaución
- 4 Protégete ante la inhalación de humo y agentes tóxicos
- 5 Si tu ropa se ha quemado, túmbate en el suelo
- 6 Desvía el flujo de humo si no te queda más remedio que permanecer en el interior
- 7 Pide auxilio a través de una ventana
- 8 Verifica el estado en el que se encuentra el resto de víctimas
- 9 Aléjate del edificio en llamas
En el momento en que identifiques el incendio, lo primero que deberás hacer será ponerte en contacto con el servicio de asistencia para emergencias. Para ello, deberás hacer una llamada al 112, el teléfono único para este tipo de incidentes. Deberás relatar con la máxima concisión qué es lo que ha ocurrido, en qué tipo de vivienda o edificio se ha producido el incendio, su ubicación y la relación de los posibles heridos o los peligros potenciales que existan en el entorno. A partir de entonces, el equipo de atención se pondrá en contacto con las agencias de emergencias para enviar ayuda especializada a partir de una flota de bomberos/as, profesionales sanitarios o fuerzas de seguridad como policías.
Reacciona tan rápido como detectes cualquier indicio de incendio
¿La vivienda o el edificio posee un sistema de detección de incendios? Si se ha activado la alarma de detección de humos o percibes cualquier otro tipo de indicio deberás abandonar las instalaciones de forma inmediata y a través de la vía más segura. No destines tiempo en recuperar objetos personales como teléfonos u otro tipo de elementos valiosos. Para reducir los riesgos potenciales, lo primero que deberás hacer será abandonar tan rápidamente como puedas el foco de riesgo y asegurarte de que todas las personas que se encuentren en tu entorno también se pongan a salvo. En el caso de que el incidente se haya producido por la noche, deberás asegurarte de que todas las personas que se encuentren el edificio o sus proximidades sean conscientes del peligro que corren. Llama a los timbres o da gritos de alarma para despertarles en caso de que sea necesario. En cualquier caso, tu prioridad principal será ponerte a salvo, por lo que deberás eludir cualquier otro tipo de preocupaciones que no tengan que ver con mantenerte con vida.
Abandona el interior por cualquier salida y con la máxima precaución
Si has detectado una fuga de humo por la parte inferior de una puerta, no podrás abandonar el edificio atravesándola. Lo más probable es que la estancia esté impregnada de sustancias tóxicas y de que en su interior haya fuego. Además, aunque no veas claramente emanaciones de humo por debajo de la puerta, deberás tomar precauciones para asegurarte de que al abrirla no te expondrás a ningún riesgo. Para ello, lo más recomendable es que antes de abrir cualquier puerta, coloques la mano sobre su superficie y compruebes su temperatura. Si está fría, ábrela con precaución y atraviesa el umbral. En el caso de que haya una puerta abierta pero el fuego te impida salir de la habitación, deberás cerrarla para protegerte de posibles quemaduras. Por último, si la única vía de salida es una puerta que despide humo o que está caliente, deberás pedir ayuda a través de una ventana para recibir asistencia.
Protégete ante la inhalación de humo y agentes tóxicos
Para minimizar los riesgos de intoxicación, lo más recomendable es que desciendas hasta el suelo o que te desplaces gateando, apoyándote en tus manos y rodillas. A pesar de que en un primer momento te pueda asaltar el instinto de echar a correr, lo más seguro será gatear y agacharte. Hazlo y trata de persuadir al resto de personas que se encuentren en el interior para que ellos también lo hagan. De lo contrario, es muy probable que se produzca inhalación de humo y, como consecuencia, se experimente la sensación de desorientación o, en los casos más graves, incluso pérdida de conciencia. Además, para minimizar la penetración de agentes tóxicos en nuestro organismo, deberás cubrir tu nariz y tu boca.
Para mejorar las capacidades aislantes de la tela, puedes utilizar un paño húmedo o una prenda mojada para tapar tus vías respiratorias. Por supuesto, deberás evitar todos aquellos pasillos o áreas de evacuación que estén impregnados de humo. En caso de que las vías de salida estén bloqueadas o resulten especialmente peligrosas, la solución más segura es esperar a la llegada de los servicios de emergencias y pedir auxilio para poder abandonar el interior a partir de una ventana o cualquier otro punto.
Si tu ropa se ha quemado, túmbate en el suelo
Si las llamas se han expandido por la estancia y han estado muy próximas a ti, cabe la posibilidad de que tu ropa se haya prendido. Si esto ocurre, es muy importante que dejes de caminar o correr y te poses en el suelo. Para apagar las llamas deberás rodar sobre el suelo. Aunque en un principio se trate de llamas aparentemente pequeñas, deberás detener cualquier cosa que estés haciendo en ese momento pues se propagan muy rápidamente. Túmbate en el suelo y rueda sobre tu cuerpo en un área que esté lejos del fuego. Recuerda cubrir tu rostro mientras lo haces para evitar sufrir quemaduras o inhalar humo. Asegúrate de que todas las llamas se han apagado antes de continuar tu camino de ponerte en pie. De lo contrario, el riesgo de que vuelvan a propagarse puede ser demasiado elevado.
Desvía el flujo de humo si no te queda más remedio que permanecer en el interior
¿Estás esperando recibir ayuda del servicio de emergencias? Si no encuentras ninguna vía de salida segura y debes aguardar hasta que el personal llegue a la vivienda o las instalaciones, deberás mantener la calma. Aunque no puedas salir al exterior, puedes tomar algunas medidas de seguridad para desviar el flujo de humo y reducir tu exposición a sustancias tóxicas. Si es posible, cierra la puerta y cubre tantas ranuras y orificios como sea posible. Puedes emplear cualquier tipo de tela o cinta adhesiva. De este modo, el humo permanecerá en el exterior tanto tiempo como sea posible. Recuerda controlar tus emociones y tratar de guiarte por un razonamiento lógico. Tener las ideas claras (o tanto como sea posible) será fundamental para adoptar las mejores medidas preventivas.
Pide auxilio a través de una ventana
Si no tienes otra alternativa que mantenerte en el interior de una habitación y esta se sitúa en el piso superior de una vivienda o un edificio. Todo lo que deberás hacer será ubicarte en una zona accesible y visible para que otras personas puedan identificarte fácilmente. Una buena forma de llamar la atención es sacar una sábana blanca al exterior o cualquier otro tipo de material que sea fácilmente visible. Ponte junto a la ventana y pide ayuda, para que los servicios de emergencia te proporcionen auxilio tan pronto como lleguen al lugar del incendio. Por otro lado, deberás hacer esto con precaución. Ten en cuenta que si entra aire en el interior el fuego crecerá y las llamas avanzarán más deprisa. Si dispones de balcón, puedes salir al exterior, cerrar la puerta y colocar alguna tela por debajo para impedir que el aire penetre por la zona inferior de la puerta y alimente el fuego.
Verifica el estado en el que se encuentra el resto de víctimas
En cuanto hayas logrado ponerte a salvo, deberás tratar de verificar si todas las personas que se encuentran en el interior del edificio han logrado abandonarlo. Si detectas alguna ausencia deberás ponerlo en conocimiento de los bomberos de inmediato. Además, si verificas que todas las personas que se encontraban en el interior ya están a salvo, deberás comunicarlo igualmente al equipo de bomberos para evitar que lleven a cabo búsquedas o rastreos de forma innecesaria y asumiendo riesgos evitables.
Aléjate del edificio en llamas
¿Has logrado salir de las instalaciones? En ese caso, deberás saber que en las proximidades también existen riesgos potenciales. Si se produce algún derrumbamiento o una explosión podrías sufrir algún tipo de percance. Para evitarlo deberás alejarte tanto como puedas y asegurarte de que entre el fuego y tú existe una margen de seguridad mínimo. Además, de este modo también facilitarás el trabajo de los equipos de asistencia.