Presa iberica a la plancha

🦝 Presa iberica a la plancha

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Y, por supuesto, la carne es uno de los muchos manjares que ofrece el cerdo. Para servir en su mesa, le presentaremos carnes de las secciones más prestigiosas y solicitadas por el consumidor. Por supuesto, si el cerdo es ibérico, su carne será excepcionalmente jugosa y tierna debido a su notable capacidad para infiltrar la grasa en el músculo. Comencemos.
El costillar, el tocino, el lomo, el solomillo, la presa, las patas (con las que se hacen los jamones) y la pluma son las mejores partes del cerdo ibérico, o al menos las que más se consumen, pero vamos a repasarlas una a una.
Te diremos qué parte del cerdo es la «presa» si te interesa. La presa ibérica es la parte superior y delantera del lomo que se encuentra junto a la paleta. Cada animal da dos partes que pesan aproximadamente medio kilo. Tiene una forma redondeada y es mejor cortarla en lonchas.
Si la presa es ibérica, tiene mucha grasa intermuscular, por eso es tan jugosa y deliciosa. A la plancha, marinada o al natural con especias al gusto, como cúrcuma, tomillo, pimienta negra, etc., es perfecta. Es más fácil notar las complejidades de la carne si se la mantiene con facilidad.

👀 Cómo hacer la tilapia más sabrosa a la parrilla

Uno de nuestros principales proveedores de materia prima es la Dehesa de Extremadura. Es un paraíso ecológico que produce el mejor jamón ibérico del mundo y, por supuesto, exquisitas carnes ibéricas, con casi un millón de hectáreas.
Jamón ibérico de bellota con una curación de 36 meses y un sabor exquisito, y jamón ibérico de cebo de campo con un sabor impresionante. El lomo de bellota, el tocino choricero de bellota, el embutido de bellota, los quesos y otros artículos de gran calidad completan una oferta sana y asequible para cualquier paladar.

🦊 Oso polar

Esta exquisita pieza se puede degustar de diversas formas, desde fresca hasta bien asada, pasando por seca, tártara, tataki, a la parrilla y carpaccio. Es probablemente la única pieza de cerdo que podemos comer al estilo tártaro, como un filete de ternera (con, por supuesto, patatas fritas y ensalada). Se puede integrar rápidamente en los mejores platos de jamón de bellota hasta que se seca y se cura en forma de embutido.
Esta carne se encuentra en la parte superior del lomo, junto a la paleta, y es muy popular entre los consumidores de carne. Es una pieza que sólo se encuentra en los cerdos ibéricos criados en la dehesa, y es poco conocida fuera de la península ibérica. Una de sus características distintivas es la impregnación de grasa dentro del músculo, lo que le da una textura tierna y un sabor distinto.
La pieza es de color marrón rojizo, algo poco habitual en la carne de cerdo. Cuando está cruda, se parece a la carne de vacuno, y cuando está cocinada, se asemeja al pato magret a la parrilla. Dependiendo del peso total del animal, puede pesar entre 600 gramos y un kilo. Se pueden explorar todos sus sabores utilizando una variedad de métodos y recetas. El TAPAS tiene debilidad por la parrilla, que sella la carne y la deja crujiente por fuera pero rosada y jugosa por dentro. Se suele servir con mojo picón, una salsa canaria, en Andalucía. La carne negra ibérica, a diferencia de otras razas porcinas, está veteada de grasa intramuscular, que tiene un alto contenido en ácidos grasos Omega-3 y reduce el colesterol. La presa, al igual que la pluma ibérica, el filete y el solomillo, es un corte delicioso con toques de bellota y avellana.

✌️ Solomillo de cerdo ibérico cocido a baja temperatura

Hoy comparto una sencilla receta de volovanes de setas con huevo de codorniz que puede servir para un menú de Nochevieja. Es una receta de setas que llena y es fácil de preparar.
Si añadimos un poco de cebolla confitada entre el huevo y el relleno de setas, este canapé se vuelve aún más delicioso. Podemos servir una ensalada de queso de cabra y nueces como primer plato, y luego un pequeño solomillo de cerdo a la plancha o presa ibérica como segundo plato.
Doramos el ajo, muy picado, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cuando se haya dorado, sustituimos por las setas limpias, que deben estar picadas en trozos pequeños. Lo cocinamos durante 15 minutos a fuego medio. Añadimos la leche, removemos y volvemos al fuego unos minutos más. Ya empezamos a rellenar los volcanes.
Echamos un chorro de aceite de oliva en una sartén y lo extendemos. Disponemos con cuidado los huevos de codorniz para que las yemas no se rompan. Os aconsejo que les ayudéis a abrirlos con un cuchillo. Los cocinamos durante unos minutos a fuego medio y los retiramos a un plato cuando estén terminados.

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Alberto Castro

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